Frutas de verano: lo que el cuerpo pide y la naturaleza ofrece

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Buenas y calurosos días, querida/o oyente, ¿Cómo te pillo? Yo, personalmente, estoy bastante hambrienta, ya que se acerca la hora de la cena y mi estómago me pide llenarlo. Pero... ¿de qué? La última vez que os escribí, casi a comienzos de la primavera, me apetecían cosas que me quitasen el frío pero que a la vez no llegaran a ser platos muy “fríos”: arroz con verduras, ensalada de pasta, frutos secos... Pero ahora, en pleno verano y ola de calor que llega hasta los 40º mi cuerpo me pide a-g-u-a; ensaladas con mucho tomate, aguacate, y legumbres frescas, frutas como el melón, la sandía o el mango... Te pasa, ¿verdad?

Sumergiéndonos en esta divertida aventura cotidiana del comer, vamos a pensar en este bonito proceso: comer los alimentos de temporada. Y es que esta frase, lejos de ser una etiqueta que nombra alimentos-producto en tu supermercado, habla de un fenómeno maravilloso: la naturaleza y el clima nos alimenta de aquello que necesitamos (y por tanto nos apetece) en cada época. O sea, amiga, no es casualidad que las frutas principales de temporada en España sean la sandía, el melón o el melocotón y que lo que tu cuerpo te pide en este caluroso julio es justamente esta delicia. Esto tiene que ver, precisamente, con que nuestro organismo está perfectamente acompasado a las necesidades nutritivas que nuestra zona climática y ecológica nos brinda. El calor y la sequía que recorre nuestros territorios en estos meses, es suplido con frutas de temporada ricas en agua (como por ejemplo, el melón, que contiene un 92% de agua). De la misma forma, contamos con verduras de temporada que nos refrescan y que no necesitamos cocinar para ingerirlas (lo significa no tener que comerlas en “caliente” y abrasarnos). Por ejemplo: las zanahorias, los pimientos, la cebolla, el puerro o la lechuga (así es, el puerro se puede comer crudo y está buenísimo, probad a echárselo a vuestra ensalada y me contáis).

Pero aquí hay una cosa curiosa que te puedes preguntar: ¿Cómo puede ser que cuando vas al supermercado de tu barrio no sólo encuentras estos alimentos-productos de temporada, sino muchísimos más? Cualquiera que pase por ahí podría pensar que, junto al melón, la sandía o los melocotones, las naranjas, las manzanas y los kiwis también son de temporada, ¿si no que hacen ahí? Pues las manzanas se cosechan entre septiembre y octubre, las naranjas de noviembre a mayo y los kiwis de octubre a marzo. Es decir, hay un montón de alimentos-producto en nuestros supermercados que no son de temporada y que los tenemos a disposición durante todo el año. Para recordarlo, que no sean de temporada significa que no los necesitamos en nuestra dieta en el momento climático en el que nos encontremos, o sea, que a nivel general, nutritivamente son prescindibles (pues podemos alimentarnos totalmente con los alimentos que sí son de temporada).

Y te preguntarás: pero a ver, si no se pueden cultivar ahora porque la tierra y el clima cercano a mi barrio no lo permiten, (porque no es temporada), ¿Cómo tengo manzanas en julio en mi supermercado? Pues la respuesta es que se cultivan en otras regiones lejanas a tu barrio (mayoritariamente en otros países) donde sí se pueden cultivar y se transportan hasta tu manzana (nunca mejor dicho). Aunque este es un método de muchos: también hay diversas formas bastante agresivas para los territorios que, en pocas palabras, modifican las condiciones climáticas del territorio para obligar  a la tierra a que crezcan los alimentos-productos que se desean. Este es el caso de los conocidos invernaderos de la zona de Almería que abarcan muchísimo territorio de la región.

Como te podrás imaginar, esta tarea de llevar alimentos fuera de temporada a tu barrio tiene muchos inconvenientes. Primero para el clima, pues se fuerza a ciertas tierras, como veíamos, a producir alimentos que climáticamente no deberían. También el impacto socioecológico por el largo transporte desde ese territorio hasta tu barrio. Y en el caso de que el alimento venga de países donde el clima permita que, por ejemplo, las manzanas sí sean de temporada allí, traerlas a tu barrio reduce la posibilidad de que en la propia zona puedan alimentarse de ello, ¡y acordémonos de lo necesario y compatible nutritivamente para nuestro cuerpo comer los alimentos de temporada de nuestra propia región! Esto no tendría que ser así, pero hay muchísimos países, especialmente no europeos, que dada la alta demanda en Europa o en Estados Unidos de productos no locales ni de temporada (como el aguacate) exportan la mayor parte de sus alimentos de temporada. En España, por ejemplo, pasa algo parecido con los kiwis: son productos que se cosechan en Galicia, y sin embargo la mayoría de los que consumimos vienen de Nueva Zelanda (¡a casi 20.000 kilómetros!). La pregunta es: ¿es esto necesario? Claro que no, y además socio-ecológicamente es una devastación para nuestro planeta. Por suerte, con nuestros actos cotidianos podemos elegir alimentarnos de productos de temporada, cercanos y eco-sostenibles con el planeta, ¿te unes?

En Open Motivation, entendemos que la alimentación durante la infancia y la adolescencia es clave para el desarrollo integral de cada persona. Nutrirse adecuadamente no solo apoya el crecimiento físico, sino que también fortalece la salud emocional y mental, aspectos fundamentales para el aprendizaje y el bienestar. Al consumir productos de temporada y de proximidad, no solo cuidamos nuestro cuerpo, sino que también fomentamos una relación consciente y respetuosa con el entorno. ¡Alimentarnos bien es un acto de cuidado hacia nosotros/as mismos/as y hacia el planeta!

Gadea Claver Barrios

Gadea Claver Barrios

Antropóloga Social y Cultural

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