Desde muy pequeño, el deporte y mi desarrollo personal han ido de la mano. No recuerdo ningún momento de mi vida sin que el deporte, de una forma u otra, estuviera presente. Ya sea en los buenos o en los malos momentos, el deporte siempre ha sido una constante. Hay una cosa que tengo clara: las personas y amistades que he conocido haciendo deporte son amistades “forjadas a fuego”. El deporte de equipo te hace crecer en valores como la confianza, la empatía, el compañerismo y la generosidad.

Amistades Forjadas en el fuego del deporte

"Si no llegas tú, voy yo." "Sal tú que estás mejor que yo." "Aquí ganamos todxs y perdemos todxs." Estas frases encapsulan el espíritu de equipo y el profundo sentido de responsabilidad compartida que el deporte inculca. Más allá de la técnica y el rendimiento físico, el sentimiento de pertenencia a un grupo te hace volar. Ponerte la camiseta, el bañador, o cualquier prenda del equipo al que perteneces, y sentir esa responsabilidad combinada con alegría, es un sentimiento indescriptible.

Disciplina: El pilar del éxito

La motivación es interesante pero pasajera. La constancia y la disciplina, por otro lado, son las claves del éxito. La actividad física enseña que estas cualidades son necesarias para desarrollar nuestras habilidades y maximizar el rendimiento. Introducir el deporte desde edades tempranas ayuda en aspectos como la puntualidad, la responsabilidad, la paciencia y el compromiso. Estos valores intrínsecos del deporte son fundamentales para el crecimiento personal, por lo que es importante adquirirlos cuanto antes.

Perseverancia: La fuerza del esfuerzo constante

Uno de los principales valores del deporte es la perseverancia, que nos enseña que fallar no es sinónimo de fracasar. El esfuerzo constante y diario nos permitirá superar los distintos obstáculos que encontremos. Trabajar de forma constante en los objetivos marcados y adaptarnos a los cambios es una cualidad fundamental que no solo ayuda en el deporte, sino que se traduce a todos los aspectos de la vida que requieren cierto trabajo.

Respeto: Fundamental en la competición y en la vida

El respeto es uno de los grandes valores del deporte. Cualquier actividad física, especialmente en competición, cuenta con unas reglas que cumplir. Esto nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de obediencia y aceptación. Además, es importante respetar al rival. El deporte nos enseña a comportarnos bien ante las derrotas y nos ayuda a cultivar sentimientos de nobleza y aceptación de la diversidad, fundamentales para el desarrollo personal.

Superación: Alcanzando nuevas metas

Alcanzar las metas y cumplir objetivos se logra, en muchas ocasiones, mediante la superación personal. Trabajando nuestras capacidades físicas y mentales, alcanzamos un crecimiento personal que permite cumplir nuestras expectativas. Esta superación no se limita únicamente al deporte. Una vez conocida, se puede aplicar a aspectos personales, cotidianos y profesionales. Por ello, cuanto antes conozcamos lo que es la superación personal, más fácil será aplicarla a las distintas situaciones.

Autoconocimiento: Clave para el éxito personal

Deporte y autoconocimiento están estrechamente ligados. La actividad física nos ayuda a conocernos mejor. Sin saber cómo gestionar las situaciones y cómo es mejor para nosotros actuar, no podremos conseguir grandes resultados. Un gran ejemplo de la necesidad de control y autoconocimiento se vivió en el año 2020 cuando la gimnasta Simone Biles se retiró de los Juegos Olímpicos de Tokio. Para alcanzar el verdadero éxito, es importante saber cómo nos encontramos, si podemos continuar y cuáles son nuestros límites. La actividad física permite aflorar las emociones, lo que ocasiona que los deportistas puedan aprender a gestionar y desarrollar su inteligencia emocional.

Todo trata del viaje, no de la meta

Como bien dijo Carl Lewis, “Todo trata del viaje, no de la meta.” Esta frase refleja perfectamente la esencia del deporte y su impacto en nuestras vidas. En Open Motivation , integramos el deporte en todas nuestras actividades, especialmente en el apoyo educativo, porque creemos que puede ser un aspecto fundamental para el desarrollo integral. El camino que recorremos, con sus altos y bajos, victorias y derrotas, es lo que realmente nos moldea y nos enseña las lecciones más valiosas. En cada entrenamiento, en cada competencia, aprendemos más sobre nosotros mismos, nuestras capacidades y cómo superar nuestros propios límites.